La inocente plática del nieto de Maribel Guardia, con las cenizas de su papito Julián Figueroa
Hace unos días se conmemoró el primer aniversario
luctuoso de Julián Figueroa, hijo que tuvo la actriz
costarricense Maribel Guardia con el cantautor
mexicano Joan Sebastian. El cantante, compositor y
actor murió a los 27 años de edad, el 9 de abril de
2023, debido a un infarto agudo al miocardio y
fibrilación ventricular; su cuerpo fue cremado y sus
cenizas permanecen en casa de su mamá en la
Ciudad de México; al joven intérprete también le
sobreviven su esposa, la actriz y cantante Imelda
Garza-Tuñón, y su hijo José Julián, de 6 años de
edad.
En un reciente encuentro con algunos reporteros de
espectáculos, Imelda Garza-Tuñón, nuera de Maribel
Guardia, manifestó que aunque ya se cumplió un
año de la muerte de Julián Figueroa, ni ella ni la
familia está lista para desprenderse de sus cenizas.
<<Todavía no me siento muy lista para eso, porque se
me hace un proceso muy fuerte, que es como si
fuera un entierro y yo creo que como familia lo
vamos a decidir por más doloroso que sea».
Cuando el momento de desprenderse de las cenizas llegue, Imelda Garza-Tuñón teme cómo vaya a reaccionar su hijo José Julián y además, compartió la inocente plática que tiene el infante con las cenizas de su papito Julián Figueroa. «Me preocupa cómo pueda reaccionar cuando ya no estén las cenizas ahí y yo creo que sí voy a necesitar la ayuda de un terapeuta para él, especialmente para él porque ya no lo va a ver ahí. Le dice: ‘hola papi, ¿cómo estás? ¿Qué estás haciendo papi?’, como muy natural, entonces para un niño sí es diferente, no está tomando ninguna terapia porque gracias a Dios está muy bien mentalmente, es un niño que es muy feliz, pero sí le habla».
Asimismo, Imelda Garza-Tuñón, viuda de Julián Figueroa y quien actualmente vive en casa de Maribel Guardia, considera que toda la familia debería tomar terapia, pues cuando lleven las cenizas a otro lugar, será muy doloroso, «yo creo que no vamos a descartar esa idea, yo creo que es muy buena idea de que tomemos una terapia como familia antes de desprendernos de sus cenizas, porque la verdad es que todavía estamos en esa etapa de que lo tenemos en la casa y lo saludamos y así, y de repente como que ya no esté sí va a ser un cambio muy fuerte».