Propiedades y beneficios de la menta para la salud
La menta es un planta que combate los problemas digestivos, respiratorios, bucales, entre otros. Conocer las propiedades y los beneficios de la menta para la salud es esencial para aprovecharla en la cotidianidad en diferentes preparaciones y recetas.
Es de la región mediterránea, aunque crece en todo el mundo. La menta es una hierba aromática perteneciente a la familia de las lamiáceas que, al igual que el eucalipto, ha sido aprovechada tanto en la medicina alternativa como en la gastronomía debido a sus múltiples propiedades y su refrescante sabor.
Entre los compuestos que hacen parte de esta hierba se encuentran el mentol, el omega 3 y las vitaminas A y C, además de minerales como hierro, potasio, magnesio, calcio, cobre y ácido fólico. A sus características se suman su acción antiséptica, descongestionante, analgésica y antibacteriana.
Estos son algunos de los usos y beneficios de la menta para la salud. ¡De seguro te entrarán ganas de tener esta planta en casa!
Problemas respiratorios
La menta cuenta con un componente clave: el mentol, el cual reduce la congestión nasal, la de la garganta y los pulmones. También es eficaz en el tratamiento de la tos, la bronquitis y el asma, despejando las vías respiratorias gracias a su efecto expectorante.
Claves de uso:
- Frota aceite esencial de menta a modo de ungüento sobre el pecho.
- La infusión de la hierba también es útil para expulsar las flemas y promover la transpiración cuando haya fiebre.
Problemas digestivos
La menta promueve la digestión debido a que su aroma activa las glándulas salivales en la boca, estimulando la producción de enzimas en el estómago. Alivia, además, la sensación de inflamación o indigestión.
Beber té de menta ayuda a mover el gas acumulado en el cuerpo evitando flatulencias, aliviando la acidez estomacal y reduciendo la sensación de náuseas.
Clave de uso:
- Para los viajes largos, masticar una hoja de menta puede ser de gran ayuda para evitar mareos y vómitos debido a su efecto antiespasmódico.
Mantiene la salud bucal
Otro de los beneficios conocidos de la menta es su capacidad para mejorar la salud bucal, inhibiendo el crecimiento de bacterias dentro de la boca y combatiendo la halitosis. No en vano, anteriormente era costumbre frotar las hojas de menta sobre los dientes y las encías.
Esta, actualmente, es uno de los componentes más utilizados en la elaboración de la mayoría de productos de higiene dental.
Claves de uso:
- Diluye aceite esencial de menta en agua y realiza enjuagues.
- Mezcla la crema dental con un poco de menta en polvo.
Tiene un efecto tranquilizante
Su naturaleza antiespasmódica reduce la presión arterial y relaja los músculos del cuerpo, convirtiéndola en un remedio natural para aliviar el estrés y la ansiedad. También puede ayudar en casos de insomnio.
Clave de uso:
- Antes de ir a dormir, toma una taza de agua caliente con dos gotas de esencia de menta.
Mejora la circulación
La menta contiene ácido rosmarínico y eugenol, dos componentes con efectos anticoagulantes, que la hacen muy útil para mejorar la circulación en la sangre y los dolores de cabeza, un trastorno que se deriva de la mala circulación.
Claves de uso:
- Si tienes jaqueca, diluye unas gotas de aceite esencial de menta en un poco de aceite de oliva y aplica en las sientes masajeando en círculos.
- Un té tibio de menta también puede ayudarte a controlar el dolor.
Trata el síndrome de intestino irritable
Un estudio dirigido por Alex Ford, investigador de la Universidad McMaster de Canadá, arrojó que el mentol reduce malestares generados por el síndrome de intestino irritable como estreñimiento, diarrea, dolores abdominales y calambres, gracias a su efecto de relajación de los músculos en las paredes del intestino.
Claves de uso:
- Para el tratamiento del síndrome de intestino irritable se recomienda consumir el aceite de menta en forma de cápsulas recubiertas. Sin embargo, se debe hacer siempre con el acompañamiento de un médico.
¿Sembrar menta en casa?
Si quieres tener menta fresca a la mano, puedes sembrarla en una matera en tu casa o en el jardín. Asegúrate de regarla a diario y que reciba sol, pero no la expongas a sus rayos durante periodos demasiado prolongados de tiempo.